TRABAJADORAS DOMESTICAS

Las trabajadoras domesticas poco valoradas pero muy solicitadas a quienes algunos autores les han llamado peyorativamente “criadas” “chachas” “de planta” etc, muchas veces son víctimas de condiciones laborales precarias y en muchas ocasiones de malos tratos, acoso sexual, violaciones y hasta esclavitud. Este sector desconoce de sus derechos, pues prácticamente su situación laboral se encuentra determinada a la voluntad de las personas que las emplean. El 95 por ciento no tiene un contrato, aunque trabajan 50 horas diarias y descansan un día a la semana, pero además 97 por ciento debe realizar tareas del hogar en su propia casa. La mayor parte de quienes se dedican al servicio doméstico remunerado carece de salarios justos, horarios fijos, seguro social y prestaciones. Las edades fluctúan entre los 13 a 60 años, la mayoría es analfabeta o indígena con capacidad de hablar algún dialecto y son personas que de manera unánime trabajan para garantizar la supervivencia de la familia que dejaron en la comunidad. Solo nos resta pedir a las autoridades protección a los derechos de las trabajadoras domesticas y a quienes requieren de este servicio darles un trato digno y humano ya que ejercen un trabajo lícito y pocas veces valorado.